martes, 9 de septiembre de 2014

Iron-man V, septiembre 2014

La tecnología no para su avance y lo que en su día supuso una revolución -este blog- hoy está siendo machacada por el Facebook. Por ello que las entradas al mismo por nuestra parte sean mínimas.
Hoy sin embargo, algo especial, hace que de nuevo escribamos aquí algunas letras sueltas.

Hemos estado en una nueva edición de la Iron-man. Hemos vuelto y no podemos dejar de contarlo.
Siete Jagërs del Tercio, incluido este que escribe y la aspirante Luna.



Llegada a La Foz de Morcin a eso de las 23:00h, cambiarnos y preparar equipo en el polideportivo -si, ese que ya es como nuestra casa- y a las 23:15 +/- todos a la furgoneta para inserción.

No voy a extenderme en lo que hicimos, relataré únicamente los acontecimientos básicos.

Nos insertan, perímetro y primeras coordenadas. (69051 / 93280 Que lo busque el que quiera) Nos ponemos a trazar el rumbo y como quien no quiere la cosa nos vemos rodeados por luces rojas y voces del enemigo. A dos metros sobre nosotros. No nos ven, no nos oyen.

El primer acierto: silenciosos, camino arriba, siguiendo el buen camino a las primeras coordenadas.
Adoptamos lo practicado en el último entrenamiento: Hilera, cada uno en su sitio, cada uno en lo suyo.

John se encarga de navegar. La subida es bestial, vamos a buen ritmo. Se nos indica que hay enemigos detrás y poca presencia delante.
Segundo acierto: dosificamos. Perímetro y recuperar el aliento en un par de ocasiones.

Hasta cuatro coordenadas más y luz verde en la última para abrir fuego. (69032 / 92816, que lo busque el que quiera) Se trata de una casa, pero en mitad de la noche, subiendo, siempre subiendo, En el mapa, al menos tres casas.
Perímetros continuamente, mientras dudamos de la posición, de las coordenadas, de todo. Plano, gps no engaña. Estamos donde nos mandan estar.
Aún así, fuego entre nosotros, pesa el cansancio, una baja.  Ya no podemos subir más, ¡sería escalar!

Nos cuesta varios kilómetros dar con la casa. Al enemigo también. Vemos sus luces, oímos como hablan. Ellos a nosotros no. Estamos a menos de dos metros cuando se retiran de una de las casas. Los dejamos ir. A dos metros sobre nosotros. No nos ven, no nos oyen.

En pocos metros se pierden en la oscuridad. Nos queda comprobar dos casas más, a por ellas.
06:10h. Encendemos todas las linternas para localizar la casa. Estamos más que agotados. Muy arriba en la montaña. Hemos pasado el objetivo de largo y localizado 500 metros atrás, nos lanzamos. Linternas de nuevo, 10 minutos después hemos caído todos.
El enemigo no lo sabe. Patrullan a nuestro alrededor en busca de más...

Reactivación e instrucciones para contactar con Echo. Funcionan las comunicaciones. Reportamos que Delta y Echo están juntos a las 08:57h. Hermanos de estos jodidos ingleses, que alegría de verlos.

09:10 Aborten toda misión, replieguen.

Iron-man 2014 ha concluido, aunque queda lo mejor: Las anécdotas con los grupos hermanos, la comida vikinga, un AK 47 que el Tercio se lleva para casa tras el sorteo, la cena del Tercio en un divino lagar asturiano, el hotel, el regreso, el recuerdo de estar con los mejores, el orgullo de un pequeño grupo de Jagërs que intentaron aparentar lo menos y dar lo más.
Y pasado todo, que jodidamento orgulloso está este viejo gruñón de sus hermanos de manada, los del Tercio y los que no.

Ahora a por la siguiente. Y Díos mediante a resucitar el blog, que escribir es revivirlo...y emociona.