viernes, 30 de julio de 2010

"Tan solo un sentimiento"


Buenas tardes camaradas, 
Tras una nueva lectura de este magnifico blog "http://www.cecilioandrade.es " me he vuelto a encontrar un nuevo relato que cuenta la carta realizada a un alto mando.
Y espero que con su permiso, me gustaría transmitirla a otros compañeros pues creo que aunque no tengamos esa facilidad para expresarlas con palabras, son sentimientos que son compartidos por muchos.

Tan solo un sentimiento:
”Es el soldado, no el periodista,
quien nos ha dado la libertad de prensa.
Es el soldado, no el poeta,
quien nos ha dado la libertad de expresión.
Es el soldado, no el agitador de campus,
quien nos ha dado la libertad de manifestación.
Es el soldado, no el abogado,
quien nos ha dado el derecho a un juicio justo.
Es el soldado, no el político,
quien nos ha dado el derecho de voto.
Es el soldado, que saluda a la bandera,
que sirve bajo la bandera,
y cuyo ataúd está envuelto en la bandera,
quien permite al manifestante que queme la bandera.”
(Charles M. Province)
Narón, quiero compartir contigo algo que escribí ayer para un mando alto de nuestro país, algo que le escribí en confianza a un buen hombre con una labor difícil y que deseo compartir contigo, porque creo que solo tú (aunque nunca haya tenido la oportunidad de explicártelo y te haya provocado desconfianza, que entiendo), solo tú eres capaz de entenderlo. Tengo buenos amigo extranjeros pero nunca tuve la oportunidad de explicar mis sentimientos a un compatriota y creo que es de justicia compartir esto contigo.
La vida a veces nos pone en situaciones muy complicadas para las que nadie nos entrenó, y tomamos decisiones erróneas que a veces lamentamos duramente de por vida. Te mando estas palabras porque solo contigo puedo compartirlas, las copio debajo:
“Estimado XXXXXX,
¿Qué porqué ayudo y colaboro?, ¿qué me mueve?…. La respuesta es simple, pero complicada.
Un buen amigo mío de alto rango y al mando de cazar terroristas en las montanas de Afghanistán me dijo hace algún tiempo: amigo mío, es difícil que nunca nos comprendan; como dijo Heráclito, 500 a.C.: .. de cada 100 hombres, 10 ni siquiera deberían estar aquí, 80 son solo victimas, 9 son verdaderos combatientes… somos afortunados de tenerles porque ellos luchan la batalla… AH!! Pero de entre ellos UNO, uno de entre ellos es un Guerrero… Él es quien traerá a los demás de vuelta ¡!.

Hoy en día esta es la única manera que tengo para servir a mi país, para evitar daño y dolor.
Pongo todo mi esfuerzo en proteger la vida principalmente de todos aquellos que están bajo mi responsabilidad, yendo cada día a descansar con la convicción absoluta de estar haciendo el bien desde esta profesión vocacional que de alguna manera vino a mí de ningún sitio y yo cuide y desarrolle con paciencia, y así cuido cada día con esmero y perseverancia.

No quiero aburrirte con mi verborrea, pero tan solo quiero no ver nunca más siete ataúdes con nuestra bandera, ni 11-Ms, o sin nuestra bandera pero caídos con sentimientos congelados por siempre en su corazón y los sentimientos derretidos de los que les esperaban en casa, nuestra casa.
Sé que no es tiempo de alardes o alegorías, y que por hacer cualquier juicio de valor elogiando estos principios inmediatamente se es tachado y etiquetado erróneamente, catalogado bajo ciertas actitudes políticas – créeme compañero, nada más lejos, pero algunos, como tu bien sabes, llevamos con orgullo proteger, cuidar y dar nuestra vida por nuestros ideales y principios más profundos, que al final representan las personas. Es tan difícil explicar que es, o como se da la vida por algo, por alguien….
Yo … bueno, desgraciadamente me case con el diablo mucho tiempo atrás, conozco su cara, su horrible cara tras ensenarte otra ficticia enmarcada en una sonrisa embustera; he visto el semblante más bello e increíble del ser humano, pero también el más repugnante e impensable, demasiadas lagrimas, demasiada desesperanza, y es por esto que volviendo de los infiernos y habiendo conocido lo que ningún hombre debería conocer y lo que pocos conocen, pongo mi esfuerzo y mi vida a disposición de las personas, de los nuestros, que en resumen es proteger a todos los que intentan vivir con dignidad persiguiendo objetivos legítimos mientras otros tratan de arrebatarles la vida.
No soy ningún elemento perdido, ni tan siquiera nadie importante, pero he aprendido mucho, y mi alma esta serena, en paz… como no debería de haberlo dejado de estar nunca; conozco la mente de los que quieren hacer daño y se como evitarles, se como proteger nuestras gentes de estos peligros… tan solo ofrezco lo que se; otros también saben, pero quizás nunca tuvieron que ver esa cara, esa horrible cara, ni tantas lagrimas.
No amo a mi país por su bandera, o por sus símbolos, o por sus costumbres, lo amo por sus gentes, por los que están en la calle, los que están en sus casas, los que van a trabajar cada día, los que están en otros países ayudando como pueden y los que lo hacen en casa. No me siento orgulloso de mi país por religiones ni heráldicas, sino por su solidaridad infinita en un mundo de caminantes anónimos, por ser grandes donantes de trasplantes, por luchar cada día, que no es poco, por respirar… yo no escogí esta profesión, ella me escogió a mí y me dio ciertas actitudes que como ya dije, cuido con perseverancia todos y cada uno de los días… porque la gente y seres humanos es lo que importa, y me toco nacer en un país llamado España,
Compañero, no se por cuanto podre seguir ayudando, pero por todo esto, ayudo….

Nada que añadir a tan magnifico relato y dar las gracias otra vez a Cecilio Andrade por su magnifico trabajo en su blog,

domingo, 25 de julio de 2010

Cuba 1895. Los soldados del Rey no se rinden nunca

Buenas tardes camaradas,

Revisando uno de los numerosos foros que leo, he encontrado está referencia a un hecho heroico, de un sargento y su pequeña patrulla junto a una palmera en la ya olvidada guerra de Cuba.

Leerlo, no es muy largo y merece la pena..




JACAN (CUBA) 21 DICIEMBRE 1895 *

LOS SOLDADOS DEL REGIMIENTO DEL REY NO SE RINDEN NUNCA

Circular. Excmo. Sr.:

Visto el expediente de juicio contradictorio incoado en virtud de la autorización concedida por la Ley de 19 de Junio de 1909 (R.D. Nun. 1359) para depurar si el Sargento fallecido del Regimiento Infantería Inmemorial del Rey Num. 1º, Don Ernesto Santamaría Sampayo, se hizo acreedor de la Cruz de la Orden de San Fernando por los meritos contraídos en la acción de Jacan (Cuba) el 21 de diciembre de 1895.

Resultando que el expresado sargento, hallándose efectuando un reconocimiento llevando a sus ordenes ocho soldados, se vio acometido por numeroso enemigo, trabándose encarnizado combate; que incorporado a ellos un cabo y cinco soldados y un práctico armado que fueron del destacamento de Jacan con objetivo de reforzar la pequeña partida y proteger la retirada si era necesaria, intento el referido sargento con su tropa avanzar hasta una casa próxima, para hacerse fuerte en ella, siendo rodeados por numerosos grupos enemigos que les cerraron el paso por todas partes haciéndoles también imposible la retirada; que en situación tan critica ordenó a su pequeña fuerza agruparse alrededor de una gruesa palmera dispuesto a resistir hasta el ultimo extremo.

Contestando aquel puñado de valientes a las repetidas cargas al machete que el enemigo le daba, con descargas hechas con imperturbable calma a la voz de mando del sargento y al grito de “Viva España”; que desconcertado el enemigo ante resistencia tan tenaz que le producía numerosas bajas apeló a intimarles la rendición prometiéndoles respetar sus vidas, contestando “QUE LOS SOLDADOS DEL REGIMIENTO DEL REY NO SE RINDEN NUNCA”.

Que reanudado el ataque, hasta que agotadas las municiones pudo acercarse el enemigo a aquel grupo heroico y después de una lucha al arma blanca en la que fue herido por la espalda el Sargento Santamaría, muriendo al grito de “MUERTO DEFENDIENDO LA BANDERA DE LA PATRIA, VIVA ESPAÑA”, fueron macheteados los soldados excepto cinco de ellos y el práctico, que pudieron escapar y llegar al destacamento.

Considerando que los hechos realizados por este sargento se hallan comprendidos en el caso segundo del articulo 27 de la ley de 18 de mayo de 1862, el Rey (q.D.g.) de acuerdo con lo informado por el Consejo Supremo de Guerra y Marina en pleno, ha tenido por conveniente conceder al Sargento de Infantería D. ERNESTO SANTAMARIA SAMPAYO, la cruz de Segunda clase de la Real y Militar orden de San Fernando, con arreglo a lo preceptuado en el articulo 4º de la citada Ley, a los efectos previstos en el 11 de la misma. De real orden lo digo a V.E. para su conocimiento y demás efectos.

Dios guarde a V.E. muchos años.

Madrid 21 de Marzo de 1912- Luque.




Ya veis, una enorme gesta realizada por 16 soldados españoles atrincherados detrás de una palmera; quizás eran demasiado pocos para una reseña en los libros de Historia.
Pero sin duda merecedores de ocupar un sitio de honor en este Blog; que aquí si sabemos reconocer su valor y heroísmo.


Un saludo

Capitán John Smits
Asociación Cultural Tercio Viejo de Cartagena