martes, 22 de febrero de 2011

TIERGARTEN Últimas páginas del diario de la patrulla TANGO.

Hemos llegado al punto de inserción. Somos seis, nos hemos preparado, estamos listos ¿Será suficiente?

Solo portamos nuestras secundarias, pasar la frontera con el equipo pesado no era una opción. El mando nos advierte, ¡¡Estén listos!!, secundarias amartilladas, todo es posible.

Esperamos fuerzas hostiles nada más ser insertados. Esperamos cualquier cosa.

No hay nervios, preferimos llamarlo tensión.

Repasamos el equipo, coordinamos la inserción, tres hombres para cada lado del camino, solo el capitán marca los movimientos, el resto atento, podemos caer nada más empezar.

Todo es posible.

11:45h, Saltamos desde nuestro transporte.

La zona de inserción está al descubierto, nuestro capitán es el responsable del despliegue, nos lleva al bosque, no sabemos si nos esperan, pero a los árboles llegamos sin contacto.

Perímetro, aseguramos posicionamiento, tenemos un río a no más de 100 metros, buscamos la rivera, descendemos por binomios y nos ocultamos en la espesura, perímetro y reunión.

Nuestros GPS aseguran que la inserción ha sido correcta, marcamos ruta y aseguramos los puntos principales en nuestros mapas, nuestros hombres turnan su atención entre la vigilancia y el camuflaje de sus caras.

Capitán y comandante cruzan la información, John se encarga del mapa, yo de entender las órdenes.

Las instrucciones marcan el punto de lanzamiento del armamento pesado y la franja en la que nos cubrirán con cortina de fuego: 12:00h.

Es tarde, la inserción se ha retrasado, seguimos la ruta sin saber si encontraremos nuestro equipo, empiezo a pensar en mi rifle, sin él en mis manos no puedo creer en el éxito. Mis hombres empuñan sus pistolas, sus dedos se crispan sobre las empuñaduras, poca potencia de fuego y poca munición, no sabemos como saldremos de esta.

Apretamos el paso, avanzamos a cubierto, tenemos 3 Km. en línea recta al punto de recogida. Convertimos la distancia en el doble. No podemos arriesgar. Caminamos a cubierto, rápido, rápido, en silencio. Cada 1000 metros una parada, perímetro, asegurar ruta, recuperar aire y seguir.

El tiempo no acompaña. La prometida lluvia –nuestra aliada para proporcionarnos cobertura- no aparece, caminamos con el cielo raso, salimos a una pista, somos visibles al menos durante 1500 metros. Avanzamos por la linde de la pista y obtenemos cobertura en la zona de recogida del armamento.

El GPS marca las coordenadas correctas, pero no hay nada, no hay equipo, no hay munición, seguimos sin potencia de fuego y el crono corre. Hay que inutilizar una estación de radió, los hombres lo saben ya. ¿Vamos a por el objetivo solo con armas cortas?

Contactamos con el mando, las armas serán enviadas al punto, pero ¿Se trata de una trampa? ¿Estamos en medio de un sencillo juego político? ¿Somos carnaza?

Decidimos asegurar la entrega, nos planteamos si ejecutar a los responsables y confiscar el vehículo, finalmente optamos por desconfiar y recoger la carga sin aplicar fuerza.

Detenemos el transporte, recogemos nuestro armamento y nos perdemos en el bosque: 1800 metros hasta la estación de radio. El peso de las armas nos imprime valor, los pies vuelan, nos movemos como sombras y llegamos rápido a un punto cercano a la estación de radio.

Todavía no lo sabemos pero ya hemos comenzado a pagar el precio, uno de nuestros hombres está herido, se ha lesionado durante la recogida. Calla, suda, sufre, aguanta y calla.

“Capitán John, forme un perímetro, 270 metros al objetivo”,

Marcamos el punto. Ordeno rápido y contundente:

Silencio absoluto, dejamos el peso extra, fuera mochilas, trinchas y carga de agua. Hay que atacar ligeros y replegarnos rápido.”

Nos aproximamos, son al menos cinco, están instalando la estación, les dejamos hacer.

Hemos tenido suerte, dejan solo a dos guardias y el vehículo enemigo se aleja.

Atacaremos por binomios: John y Snake a flanquear, Thor y Barny ataque frontal al escuchar disparos, Chronus y Georgius inician ataque en 10 minutos.

No hay nervios, preferimos llamarlo tensión.

Son rusos, tengo uno a 70 metros, al otro no lo veo. Lo pongo en la cruz de mi rifle. ¿Han pasado los 10 minutos? Creo que si, apunto alto.

No puedo fallar. Es un disparo sencillo, fácil, el objetivo está en el centro de mi cruz, No puedo fallar.

Pero fallo. El disparo impacta en una rama, en una pequeña rama, el destino hace que la bala se pierda junto a la cabeza de mi victima.

Se desata el caos, me aplasto, recargo, apunto.

El ruso se cubre, aprovecho para dar órdenes: ¡¡Chronus voy a llamar su atención, cúbrete y sorprende!!

Disparo, llamo su atención, corro, corro y recargo, oigo las ráfagas, oigo las ráfagas, jodidos Ak, me tiro al suelo, no llegan, sus putas balas no llegan, me aplasto, silencio, me aplasto y me pierden.

Veo como el segundo centinela busca, rastrea, va directo a Chronus. Disparo tumbado, sin apuntar con el rifle tirado junto a mí, me mira, ha oído el disparo, va a eliminarme.

Levanta la mano. Junto a su cara, rozando su nariz, el arma de Chronus. Uno menos.

Aún le queda sangre en las venas, gesticula para avisar al otro centinela. Le disparo, escucha silbar mi proyectil, me mira con su último aliento y calla para siempre.

Queda uno.

No hay nervios, preferimos llamarlo tensión.

John ataca y cae.

Thor ataca y cae.

Flanqueo, me dejo ver y sigo disparando, lo estoy consiguiendo, le distraigo pero no hago blanco, bastante tengo con alejarme de sus ráfagas.

Me pesa el fallo en el primer disparo, soy el culpable de este estúpido ataque. Tengo que remediarlo.

Dejo el rifle, saco una granada, saco mi pistola, me lanzo a la carrera, granada y cargador de pistola, explosión, se aparta, me ve, me dispara, caigo hacia atrás me ha alcanzado pero mi caída veo que levanta la mano. Ha descuidado su flanco, ha caído, la radio es nuestra, coño, la radio es nuestra.

Ya no siento nada más. He debido perder el conocimiento, lo siguiente que escucho es la voz de mis hombres:

“Arrastrarlo, arrastrarlo, la herida es leve, no es nada, arrastrarlo.”

30 minutos y la patrulla está completa de nuevo. Solo heridas leves, un Comandante que recupera el control aunque por dentro pesa más el disparo fallado que los kilómetros y el equipo de combate.

Somos seis, tengo cuatro buenos soldados y un mejor capitán, compartimos opiniones, la radio está destruida, pedimos ataque aéreo y nos alejamos. 100, 350, 450 metros, corremos.

Necesitamos salir del radio de acción del fuego aéreo. Corremos, faltan dos minutos, un minuto, 30 segundos, el GPS marca los metros, el pulso marca los segundos.

850 metros. Conseguido, nos derrumbamos a cubierto, entre árboles y maleza, ni siquiera preparamos un perímetro, solo enviamos posición. Comemos, bebemos, respiramos.

Hay un hombre herido, no puede seguir corriendo, Calla, suda, sufre, aguanta y calla.

¿Y ahora?

17:30h. Órdenes: Stan by.

Desobedecemos, improvisamos, nos ponemos en marcha hacia el objetivo final: Encontrar contenedores de mineral, retirarlos y regresar al punto de extracción.

18:00h. Ordenes: Reunión con equipo Bravo en vado del río.

Estamos cerca, dejamos dos hombres en un bosque, frente a la entrada sur al complejo.

Deben descansar, han pagado su precio, uno de ellos no puede seguir el ritmo. Suda, sufre, aguanta y ya no calla, ya no puede callar, duele, su cara, bajo el negro y verde duele.

El resto alcanzamos el vado, Bravo no aparece.

18:40h. Órdenes: Forzar la entrada al complejo.

Comunicamos con los dos hombres apostados en la entrada sur. Reunión en vado en 10 minutos.

18:50h. Estamos todos vamos a entrar.

No hay nervios, preferimos llamarlo tensión.

19:00h, última comunicación del equipo TANGO:

“¡¡EVASAN, EVASAN, tres hombres graves por minas claymore, tres hombres graves por minas claymore, EVASAN, EVASAN para Thor, para Barny y para Georgius!!

Contacto, adelante, adelante, abrid fuego, adelante, Snake, dispara, Chronus dispara, capitán, capitán, capitán…

Se pierde el contacto con el equipo TANGO. 10 horas más tarde sus cuerpos son rescatados en la entrada norte oeste del complejo, tres muestran graves heridas por minas anti-persona, otros tres, por impactos directos de bala.

Solo el soldado snake está con vida con heridas leves.

La sangre de sus compañeros cubre su cuerpo, esto ha despistado al enemigo.

Se encontraron dos cadáveres más, soldados rusos sin identificación.

Tiergarten ha concluido.

3 comentarios:

Chronus dijo...

Grandisimo.

Unknown dijo...

Me rindo, Ya no puedo sugerir mejoras. La mejor crónica hasta el momento.

Georgius dijo...

Subiendo fotos al picassa...ya casi están todas