En otras ocasiones novelamos nuestra participación en los eventos. En esta ocasión haremos lo mismo pero con este breve prólogo, pues las circunstancias así lo requieren.
Hemos preparado la participación del Tercio de forma concienzuda, examinando los planos, diseñando una estrategia y motivando a nuestros hombres para que cumplieran al máximo. Y ha funcionado.
La operación se complico a poco menos de 20 minutos de su inicio y el resultado fue que dos miembros del equipo, los dos oficiales, quedaron fuera de la partida.
Por primera vez los chicos han tenido que amoldarse a las circunstancias, han tenido que improvisar y han tenido que moverse solos.
Soldados del Tercio, gracias por el compromiso demostrado. Este es el camino, sigámoslo con fervor.
10:00 horas, llegada al recinto hostil.
Hemos desembarcado de nuestros transportes sin novedad.
La preparación del equipo ha sido rápida y en 30 minutos el comando estaba listo para entrar en combate.
11:00 horas, despliegue.
Otro comando se despliega por la izquierda del recinto, nosotros elegimos la ruta pre-establecida: seguimos el camino de la derecha hacia los edificios principales.
Sorteamos las primeras construcciones, nos movemos en columna, dos hombres adelante, oficiales al centro, y dos hombres cerrando.
11:10 horas ¡¡Contacto!!
Se trata de un hombre sobre una de las construcciones, nos desplegamos sobre las paredes de dos construcciones, prismáticos e identificación del objetivo: Se trata de un fotógrafo, personal civil.
Regresamos a la formación, avanzamos 50 metros y nuestro hombre punta advierte un elemento hostil a las 12:00 de nuestra posición.
Nos paramos, no conseguimos verlo, 30 segundos y comienza el baile. Una bbs impacta en mi costado izquierdo, calor y caigo desplomado junto a la valla del camino.
La unidad se despliega, hacemos fuego, el capitán mueve a los chicos, eliminan al de la izquierda, rápidamente cae nuestro hombre punta, a no más de cinco metros por delante de mío, abrimos fuego, el capitán grita para que se avance, se avanza, el capitán no puede dar más órdenes, cae junto al margen derecho, nos están triturando, aún conservo la vista, aunque la estoy perdiendo rápidamente, dos bajas más al frente, el terreno queda limpio, Chronus y Snake se cercioran barriendo 100 metros al frente, Snake me arrastra tras una barrera de troncos, en el camino queda lo poco que me queda de aliento, la marca de mis botas arrastradas mezclada con la sangre burbujeante, señal inequívoca de la perforación de los pulmones.
El capitán se ha arrastrado hasta la barrera, lo veo tirado junto a mí, está quieto y pálido, mortalmente pálido. Snake toma aliento y corre a por Chema, le arrastra, lo trae junto a nosotros, la parca despliega ya su sombra.
Botiquín, gasas y vendas, intento de reanimación, algo llena mi garganta, la sangre se agolpa y abrazado a mi m4 veo cerrar los ojos a nuestro capitán, miro a mi derecha, han arropado a Chema, tiene brillo en los ojos, está alerta, sus heridas deben ser menores Un frío intenso me sube desde las piernas, el pecho me arde, de repente sin aviso, sin espera, sin recuerdos ni añoranzas una luz.
Desaparece el dolor, no hay frio, solo noto el peso de mi crucifijo sobre el pecho, la luz y nada más.
11:30 horas.
El médico ha conseguido estabilizar a Chema, su pronóstico ha sido “Heridas leves”.
El capitán recibe un diagnóstico totalmente diferente: “Heridas irreversibles”
El comandante ha perdido demasiada sangre, herida irreversible.
El comando se sobrepone rápidamente, comunica las bajas y continúan la misión no sin antes reordenar los uniformes de los caídos y dejarlos a cubierto bajo la barrera de troncos. El herido leve junto a los mismos, hasta el cogote de morfina, cubierto con una manta térmica y su HK416 bien amunicionado junto a él para cuando esté recuperado.
Para el resto del comando el día va a ser largo, las misiones variadas y el desenlace trágico pero esta ya es otra historia que yo no puedo contar.
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