Sigue la pandemia que no nos da cuartel, pero no podía terminar el mes sin que nos diéramos un regalo en forma de partida. En esta ocasión solo cuatro miembros de la escuadra: John, Chronus, Himan y Georgius.
Se comienza el evento con unas roscas de anís y buen chocolate caliente, que si el Tercio visita San Martín esto ya es tradición, y como la situación era propicia y a las roscas se nos apuntó Snake, pues a repartir ascensos nos dedicamos. Tres cabos más en la escuadra, Chronus se llevó el premio gordo con un ascenso a cabo de estado mayor.
Repartidos los galones nos desplazamos al campo del honor. Las mejores partidas casi que salen así, como quien no quiere la cosa y en esta ocasión así fue.
No llegamos a 20 jugadores. Nos unimos a tres soldados de Parachutes y un agregado más, y así los ocho nos enfrentamos a los Mutantes, que jugando en casa los jodios juegan pero que muy bien.
Una partida con dos misiones bien diferentes: conquista de posiciones y minado de bidones.
Nos movimos bien, eliminamos mucho y morimos más, el caso es que nos lo pasamos -una vez más- como enanos que en este campo, con estos amigos, el airsoft sube un escalón y se disfruta, se disfruta mucho.
Y si de las que a nosotros más nos gustan, que son esas de fin de semana completo, la situación no nos deja disfrutar, pues partidas pequeñitas, con amigos que más no se puede pedir.
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